Una de las tareas urgentes era dignificar los baños que son utilizados por nuestros hijos, los aspectos a considerar fueron: funcionalidad, higiene y aspecto.
Los grafitis son una de las costumbres difíciles de erradicar, por alguna extraña razón las actividades propias del lugar estimulan las ganas de escribir o dibujar.
Por las condiciones climáticas la oxidación es una amenaza constante, además se detectaron fugas de agua en conexiones y lámparas fundidas.
La participación de los padres de familia permitió realizar las tareas en un plazo corto y con un gran ahorro de recursos económicos.
Los baños tienen ahora un aspecto digno, su limpieza es más fácil y están correctamente iluminados, en los próximos días se resolverán los problemas de plomería para que su funcionamiento sea óptimo.
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